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Esta expresión habla de la necesidad que
tienen las personas de ayudarse mutuamente y trabajar juntos para conseguir las
cosas y al hecho de que cuando alguien nos ayuda podemos hacer las mismas cosas
en menos tiempo y con menos esfuerzo. También nos recuerda que si alguien nos
ayuda tenemos la obligación de devolver
el favor ayudando a su vez a la persona que te ayudó y también que si ayudamos
a los demás cuando lo necesitan, ellos nos ayudarán luego a nosotros.
Esta expresión suelen decirla aquellos que
ofrecen su ayuda para que algo salga bien o se realice con mayor facilidad.
También, puede tener la intención de recordarle a la persona a la que presta su
ayuda que en el futuro debe devolverle el favor.
Existen algunas variantes de este dicho,
aunque las diferencias son muy sutiles. Algunas son:
Una
mano lava la otra y ambas la cara.
Una
mano lava la otra y ambas lavan la cara.
Una
mano lava a la otra y ambas la cara.
La
una mano lava a la otra y las dos al rostro.
Una
mano lava la otra y entrambas la cara.
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