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Esta frase es bastante utilizada y se puede aplicar en
muchas situaciones cotidianas. El hecho cometido no necesariamente tiene que
ser algo ilegal como sus orígenes.
El origen de esta frase se remonta a la época
medieval. Durante la edad media existía una ley, según la cual, cuando dentro
de los límites de una ciudad o pueblo aparecía el cadáver de una persona con
evidencias de haber sido asesinada y las autoridades no podían determinar quién
había sido el autor del crimen, los habitantes de la localidad debían pagar una
multa, denominada “homicidium”. Para evitar el pago de esa multa, era frecuente que los lugareños,
cuando se encontraban en tal situación, y antes de que las autoridades lo
descubrieran, ocultaran el cuerpo y lo transportaran sigilosamente a una
localidad cercana. De esta manera, le “echaban el muerto” al pueblo vecino, lo
que equivalía a cargar a los habitantes del otro pueblo con la responsabilidad
del crimen, haciendo, por lo tanto, que pagaran la multa correspondiente en
caso de que el verdadero autor no fuera descubierto. Con
el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse, en sentido figurado, como equivalente
de descargar sobre otro la culpa por algún delito o falta cometida.
Veamos algunos ejemplos:
La policía, incapaz de
conseguir al autor de un crimen, decide echarle el muerto a un drogadicto con
antecedentes por agresión.
Un político comete un fraude y cuando se ve
descubierto culpa a su ayudante o al tesorero.
Dos niños están jugando a la
pelota y el mayor lanza la pelota y rompe un cristal. Cuando sale el dueño de
la casa, el niño culpa al más pequeño de haber roto el cristal.
Una persona corre un rumor o
un chisme sobre otra y cuando la persona agraviada se lo reclama, dice que no
ha sido ella y culpa a otra persona.
La madre hace unas galletas
y las deja encima de la mesa para que se enfríen. Los niños se comen unas
cuantas y cuando la madre pregunta quién se ha comido las galletas, todos miran
al gato. Donde hay niños, perros y gatos
ya se sabe quién cargará con el muerto.
BIBLIOGRAFIA
http://www.erroreshistoricos.com/curiosidades-historicas/costumbres/1790-el-origen-de-algunos-dichos-populares-espanoles-parte-ii.html
http://www.lasfrasesparahoy.com/rec/frorigen016.htm
Martínez L., J.A. y A. Myre
J. Jørgensen. 2009. Diccionario de expresiones y locuciones del español.
Ediciones de la Torre.
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